En este aspecto, nos cuestionamos el por qué el “desquiciamiento de la juventud” el que hablamos anteriormente. Existen varios puntos que nos llevan a reflexionar a cerca de ello.
Primero, pareciera que al morir Pedro Infante, muere también esa etapa del cine de oro mexicano, dejando a un lado la imagen del mariachi y de cierta forma, las familias conservadoras.
Por un lado, aparece la figura norteamericana como modelo económico, tecnológico y social, demostrando que se puede llevar a cabo una vida más fácil y rápida. México no se podía quedar atrás y comienza a adoptar estas costumbres norteamericanas. A su vez, con el crecimiento de la industria tanto cinematográfica como discográfica, fue más fácil adoptar dicho modelo.
A esto hay que sumarle la llegada de la televisión en los hogares mexicanos, la cual sería un nuevo medio para introducir ideologías que se orientarían hacia una “modernidad”.
Al tener contacto con la televisión en sus propios hogares, la juventud toma como guía para su comportamiento el nuevo papel de “libertad” que mostraba ya la sociedad norteamericana, la cual, con figuras como Elvis Presley y Marilyn Monroe, se adoptaban su manera de vestir, de pensar y de comportarse.
En este punto se hacen a un lado las clases bajas, mostrando en las películas, a una sociedad con facilidades económicas en donde se dedican a divertirse, a “estudiar”, a viajar, a bailar rock and roll, introduciendo los vicios del cigarro y el alcohol, reafirmando en los hombres el machismo que aún conservan.
Las jovencitas mantienen su modo conservador y su respeto hacia su padre; sin embargo siempre llega el momento en el cual se revela contra sus costumbres e ideales de sus padres, para irse con el novio, en esta ocasión ya no tanto para contraer matrimonio, sino para continuar divirtiéndose bailando al ritmo del twist y el rock and roll.
Primero, pareciera que al morir Pedro Infante, muere también esa etapa del cine de oro mexicano, dejando a un lado la imagen del mariachi y de cierta forma, las familias conservadoras.
Por un lado, aparece la figura norteamericana como modelo económico, tecnológico y social, demostrando que se puede llevar a cabo una vida más fácil y rápida. México no se podía quedar atrás y comienza a adoptar estas costumbres norteamericanas. A su vez, con el crecimiento de la industria tanto cinematográfica como discográfica, fue más fácil adoptar dicho modelo.
A esto hay que sumarle la llegada de la televisión en los hogares mexicanos, la cual sería un nuevo medio para introducir ideologías que se orientarían hacia una “modernidad”.
Al tener contacto con la televisión en sus propios hogares, la juventud toma como guía para su comportamiento el nuevo papel de “libertad” que mostraba ya la sociedad norteamericana, la cual, con figuras como Elvis Presley y Marilyn Monroe, se adoptaban su manera de vestir, de pensar y de comportarse.
En este punto se hacen a un lado las clases bajas, mostrando en las películas, a una sociedad con facilidades económicas en donde se dedican a divertirse, a “estudiar”, a viajar, a bailar rock and roll, introduciendo los vicios del cigarro y el alcohol, reafirmando en los hombres el machismo que aún conservan.
Las jovencitas mantienen su modo conservador y su respeto hacia su padre; sin embargo siempre llega el momento en el cual se revela contra sus costumbres e ideales de sus padres, para irse con el novio, en esta ocasión ya no tanto para contraer matrimonio, sino para continuar divirtiéndose bailando al ritmo del twist y el rock and roll.
Ahora bien, se plantea un nuevo concepto: la modernidad(1) en donde encontraremos ala industrialización de la producción, que transforma el conocimiento científico en tecnología, crea nuevos medios humanos y destruye los viejos, acelera el ritmo de la vida, genera nuevas formas de lucha de clases; sistemas de comunicación masivos, que envuelven y unen a las sociedades y las gentes más diversas: estados nacionales cada vez más poderosos, que se estructuran y operan burocráticamente y se esfuerzan constantemente por extender sus dominios; movimientos sociales masivos de la gente y de los pueblos, que desafían a sus gobernantes políticos y económicos, Intentando ganar algún control sobre sus vidas; y finalmente, un mercado mundial capitalista siempre en desarrollo tratando de imponer su ideología ante una sociedad manipulable.
(1)La palabra “Moderno”, en su forma latina “Modernus”, se utilizó a fin de distinguir el presente Cristiano del pasado romano pagano
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